El Ambiente Laboral y el Desempeño de los Colaboradores
La oficina, es una extensión de nuestra vida diaria. Pasamos más tiempo en él, que en nuestras propias casas. Y muchas veces, el mismo ritmo de trabajo, no nos deja ver la importancia que tiene la decoración del ambiente laboral y su relación con el desempeño de los colaboradores.
El desempeño laboral se puede definir, según Bohórquez, como el nivel de ejecución alcanzado por el trabajador en el logro de las metas dentro de la organización en un tiempo determinado y este depende, de muchas variables.
Una de ellas, se relaciona directamente con el ambiente laboral y su decoración. Y es que los colores, iluminación, distribución de espacios y accesorios decorativos, pueden influenciar tanto negativa como positivamente en las personas. Es por ello, la importancia de prestar atención al entorno físico y adecuarlo en base de algunos criterios básicos.
Iluminación: Es claro para todos, que es un factor básico en los ambientes de trabajo. Sin embargo, muchos pasan por alto la importancia de la luz natural y su influencia positiva en el cuerpo humano. Estas son; mejorar el ritmo cardiaco y el descanso, mejora el rendimiento cognitivo, es antidepresivo, mejora la salud visual y la productividad por mencionar algunas. Además, es beneficioso para la empresa tener un adecuado sistema de iluminación ambiental pues reduce considerablemente el gasto en electricidad.
Vida y naturaleza: Un estudio de la Universidad Carnegie Mellon de EE.UU. encontró una relación entre la productividad y ambientes decorados con plantas. De hecho, este estudio, refuerza la hipótesis de la biofilia, o el amor a la vida, que plantea que existe un vínculo entre seres vivos de armonía y paz.
Espacio personal: Es importante otorgar un espacio a cada colaborador, que pueda administrarlo y decorarlo según sus preferencias personales. Adicionalmente, se debe considerar la separación de cada espacio por cubículos, pues esto mejora la concentración y la comodidad en un espacio netamente propio.
Colores: Lo recomendable para una oficina son los colores neutros o pasteles como fondos predominantes y combinarlos de manera sutil con otros, teniendo en consideración, la teoría del color. Esta nos señala, que cada color tiene un efecto en la psicología humana. Por ejemplo, el naranja es un color antidepresivo, el amarillo se asocia con velocidad e inmediatez, el azul con la tranquilidad y estabilidad, el morado con la elegancia, el rojo con la pasión o el peligro, etc.
La combinación adecuada de estos factores, inciden significativamente en el bienestar de los trabajadores, tanto mental como psicológica. Esto se traduce a su vez, en una mejora de la productividad de la empresa.
En este mes patrio, sería una buena excusa empezar a decorar los espacios de trabajo en el marco de nuestra festividad.